Demandan al banco Wells Fargo por negarse a prestarle a un inmigrante
Eduardo Peña, un mexicano indocumentado de Illinois protegido de la deportación por el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés), tiene trabajo estable y un buen historial de crédito: es el tipo de cliente codiciado por los bancos. Pero ahora Peña ha entablado una demanda colectiva de discriminación contra la institución financiera Wells Fargo, alegando que el banco le negó un préstamo para la compra de un automóvil por su estatus migratorio.
La demanda fue entablada este martes en un tribunal federal del distrito norte de California, y la firma legal que representa a Peña, Outten & Golden, anticipa que la demanda incluirá a otros “DACAmentados” (inmigrantes amparados por DACA) que presenten pruebas de que fueron rechazados por Wells Fargo.
Wells Fargo no ha contestado una solicitud de comentarios de Noticias Telemundo.
Peña, de 30 años de edad, emigró con su familia desde Jalisco cuando tenía 5 años, y se amparó al programa de “acción diferida” de 2012 (DACA) mientras cursaba la universidad. Desde entonces, ha renovado DACA tres veces, según la demanda.
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Con su licenciatura en contabilidad, Peña trabaja como gerente para la división de preparación de impuestos de una corporación en el área de Chicago.
En sendas entrevistas telefónicas hoy con Noticias Telemundo, Peña y uno de los abogados de la firma, Mike Litrownik, explicaron que la actitud de Wells Fargo se enmarca en un modelo de negocios que claramente ha discriminado contra inmigrantes.
“Siento que ha sido muy difícil para cualquier estudiante o persona protegida por DACA crecer en este ambiente en el que siempre están siendo rechazados por uno u otro motivo. Crecí sin poder sacar mi licencia, me costó pagar mis estudios, todo ha sido una lucha… y lo que busco es un cambio, que se reconozca que estamos acá, que somos parte de este país y merecemos las mismas oportunidades”, explicó Peña, residente de la localidad de Berwyn.
Según Peña, en noviembre de 2018 solicitó un préstamo en la página web de Wells Fargo, y entregó todos los formularios y documentación que le pidieron. Cuando un agente del banco se enteró de que Peña sólo tenía DACA, éste le dijo que no estaba cualificado para el préstamo.
Su permiso de “DACA” aún tenía un año de vigencia, pero de nada valió que Peña le insistiera en que iba a renovarlo.
“Mantuvieron la postura de que como los términos del préstamo eran mayores, me negarían el préstamo aún si yo renovaba mi permiso de DACA. Ni siquiera me dieron a escoger entre un plazo de 36 o 60 meses para pagar el préstamo, no llegamos a ese punto”, agregó.
Peña intentó conseguir préstamo con una cooperativa de ahorro y crédito (“credit union”) pero para entonces, continuó, la extensa revisión de crédito que realizó Wells Fargo le perjudicó su historial de crédito y el préstamo también le fue denegado.
Bajo el sistema estadounidense, cada solicitud de crédito típicamente es sometida a una extensa revisión de historial crediticio ante tres grandes agencias privadas (TransUnion, Experian, y Equifax), lo que puede afectar el puntaje del solicitante.
“Me parece que he estado viviendo con esto toda mi vida. Me sentí muy desalentado, excluido, y fue muy difícil asimilar otro rechazo, especialmente cuando trabajé muy duro para tener un buen crédito, un buen empleo, y que reunía todos los requisitos para el préstamo, y me lo negaron solo por mi estatus de DACA”, enfatizó Peña.
Al final, Peña desistió de la compra de un coche, y tuvo que trasladarse a una vivienda con acceso a transporte público, aunque de vez en cuando comparte el automóvil de su esposa.
En el documento de 13 páginas, los abogados de Peña alegan que Wells Fargo discriminó contra Peña sólo por su estatus migratorio, en clara violación del “Acta de Derechos Civiles” de 1866.
También violó el “Acta de Oportunidad Equitativa de Crédito” (ECOA, por su sigla en inglés), al negar una explicación detallada y por escrito sobre las razones por las que Wells Fargo le negó el préstamo.
Un historial problemático
La demanda detalla lo que considera como un historial problemático de Wells Fargo, el cuarto banco multinacional más grande de EEUU, a la hora de emitir crédito, pese a que no existe ley o regulación estatal o federal que restrinja servicios financieros a clientes que son extranjeros.
En julio de 2012, Wells Fargo aceptó pagar $175 millones para resolver una queja del Departamento de Justicia por discriminación contra solicitantes de préstamo afroamericanos y latinos durante la bonanza en el sector de vivienda en EEUU.
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Este es el segundo caso de discriminación que Otten & Golden presenta contra Wells Fargo. El primero fue presentado hace casi dos años y medio, en nombre de seis clientes con permisos de DACA, a los que la empresa también les negó otros tipos de servicios crediticios, como préstamos estudiantiles, tarjetas de crédito, préstamos personales y préstamos de negocios.
“En ese caso, Wells Fargo también consideró que beneficiarios de DACA no son elegibles para un crédito: no les permite solicitar, o se lo permite y les revisa el historial de crédito, y después les niega crédito”, dijo, por su parte, Litrownik.
“El crédito de Eduardo Peña era casi perfecto, de 748, sólo separaban algunos puntos. Pero acá lo importante es que, sin importar si el crédito es excelente, bueno o regular, gente como él no tiene la oportunidad de que se les considere para un crédito como cualquier otro solicitante”, agregó.
Cuando una empresa revisa el historial de crédito también toma en cuenta su historial laboral, ingreso salarial, y tiempo de estancia en la comunidad, pero Wells Fargo no ha dado esa oportunidad a los beneficiarios de DACA, argumentó el abogado.
“Nosotros queremos que a ellos se les dé esa oportunidad, con reglas claras. Si por último no se les da crédito por razones en su historial, está bien, pero al menos que tengan esa oportunidad”, enfatizó.
Litrownik rechazó la idea de que Wells Fargo posiblemente rechaza crédito a los “DACAmentados” por la incertidumbre sobre si sus permisos serán o no renovados por la Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS).
“Hay riesgos con cada solicitante, y los bancos y prestamistas evalúan el riesgo de cada quien para otorgar sus productos. Hay un riesgo de que un beneficiario de DACA no esté en EEUU en cinco años, pero también lo existe con un ciudadano estadounidense que quiera irse a vivir permanentemente a otro país”, señaló Litrownik.
“¿Hizo algo Wells Fargo para evaluar la diferencia en el riesgo y si es más significativo en un beneficiario de DACA o un ciudadano estadounidense? No, no ha hecho nada en absoluto; supone que el riesgo, con base a DACA, es intolerable, pero no hace nada para evaluar si ciudadanos o residentes legales estarán acá en 5 años, o no podrán seguir trabajando”, se quejó.
Litrownik citó otros ejemplos de riesgo con personas que podrían terminar en la cárcel y perder su trabajo, eliminando su posibilidad de pagar el préstamo. Wells Fargo estaría usando el estatus de DACA “como un estereotipo de algún riesgo mayor, cuando en realidad no tiene datos que lo sustenten”, subrayó.
“Lo que está haciendo es ilegal, porque se apoya en ese estereotipo y utiliza la falta de ciudadanía como una razón para descalificar al solicitante, algo que es ilegal bajo las leyes de los derechos civiles”, explicó Litrownik.
Aunque Wells Fargo podría presentar una moción para que el tribunal descarte la demanda, Litrownik vaticinó que la moción no prosperará porque la empresa posiblemente “reciclará los mismos argumentos que usó en el primer caso” y en el que perdió una moción similar.
Salvo que el tribunal deseche la demanda, el caso de Peña podría tomar al menos un año, o dos, para alcanzar una resolución.